14 de marzo de 2018

Lo que Cristo dice que ha de pasar



Jn 5,19-30

Jesús, pues, tomando la palabra, les decía: ‘En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace Él, eso también lo hace igualmente el Hijo. Porque el Padre quiere al Hijo y le muestra todo lo que Él hace. Y le mostrará obras aún mayores que estas, para que os asombréis. Porque, como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo ha enviado. En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida. 
En verdad, en verdad os digo: llega la hora (ya estamos en ella), en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán. Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo, y le ha dado poder para juzgar, porque es Hijo del hombre. No os extrañéis de esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio. Y no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado’”.

COMENTARIO

Cristo es Dios
En este texto evangélico Jesús da a entender la verdad más importante: Él es Dios hecho hombre y puede hacer lo mismo que puede hacer el Creador. Y, de hecho, lo hace resucitando a muertos o dando la vista a ciegos, curando a paralíticos y devolviendo a la vida social a leprosos.

Cristo nos juzgará
Como bien se nos dice será Jesucristo quien nos juzgará cuando llegue el día esperado de la liberación del ser humano, de la salvación definitiva. Entonces, el Hijo de Dios separará a los buenos de los malos y a cada uno nos destinará a donde nos corresponda estar.

Cumplir la voluntad de Dios

El caso es que todo lo que hace Jesucristo lo hace por voluntad de Dios. Es decir, no hace nada que Dios no quiera que haga porque está sometido totalmente a lo que el Todopoderoso (¡Alabado sea por siempre!) tenga por bueno y mejor para su descendencia el hombre. Y Jesús se aplica a cumplirla a la perfección.

JESÚS, ayúdanos a comprender lo importante que es cumplir la voluntad de Dios.


Eleuterio Fernández Guzmán

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