3 de diciembre de 2017

Necesitamos velar

Mc 13, 33-37

33’ Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo será el momento. 34 Al igual que un hombre que se ausenta: deja su casa, da atribuciones a sus siervos, a cada uno su trabajo, y ordena  al portero que vele; 35 velad, por tanto, ya que no sabéis cuándo viene el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al cantar del gallo, o de madrugada. 36 No sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos. 37 Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!’”


COMENTARIO

No podemos negar que Jesucristo es perseverante. Es decir, que no se cansa nunca de decir aquello que nos conviene por muy pesado que creamos que es. Sabe que tiene que cumplir una misión…. ¡Y la cumple a la perfección!

El aviso sobre la atención que debemos prestar a nuestra vida para no olvidar de Quién somos hijos, es de tal trascendencia, que el Hijo de Dios no duda en avisar, a tal respecto, muchas veces.

Sabe que Dios nos puede llamar en cualquier momento. Por eso habla Cristo del atardecer, a la madrugada o al amanecer. Por eso nos pide, casi por favor, que velemos, para no ser sorprendidos por Quien nos ha de juzgar.


JESÚS, ayúdanos a velar; ayúdanos a no descuidar nuestra vida espiritual.

Eleuterio Fernández Guzmán


No hay comentarios:

Publicar un comentario