1 de junio de 2017

Ser, con Cristo

  Jueves VII de Pascua

Jn 17,20-26

En aquel tiempo, Jesús, alzando los ojos al cielo, dijo: ‘Padre santo, no ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí, para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí. 

‘Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo esté estén también conmigo, para que contemplen mi gloria, la que me has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido y éstos han conocido que tú me has enviado. Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos’”.

COMENTARIO

El Hijo de Dios, que lo conoce todo por ser Dios hecho hombre, sabe que habrá muchos que, a lo largo de los siglos, van a creer en Él y serán discípulos suyos. Por ellos pide a Dios porque sabe que van a necesitar el auxilio del Todopoderoso.

Cristo quiere que todo seamos uno como Él y Dios son uno. Así conocerá el mundo que fue el Creador quien envió a su Único hijo engendrado y no creado y por eso predicó a lo largo de los años.

El Hijo de Dios es más que consciente de que muchos no han querido saber nada de Él, Enviado del Todopoderoso. Pero también sabe que hay otros que sí han creído en Él. Y pide a Dios por esos porque sabe que han conocido al Padre a través de su predicación y de su persona.

JESÚS, ayúdanos a creer siempre en Ti y en Dios.



Eleuterio Fernández Guzmán

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