24 de marzo de 2017

Conocer la Ley de Dios

Viernes III de Cuaresma


Mc 12,28b-34

En aquel tiempo, uno de los maestros de la Ley se acercó a Jesús y le hizo esta pregunta: ‘¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?’. Jesús le contestó: ‘El primero es: ‘Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas’. El segundo es: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. No existe otro mandamiento mayor que éstos’. 

Le dijo el escriba: ‘Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que Él es único y que no hay otro fuera de Él, y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a si mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios’. Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: ‘No estás lejos del Reino de Dios’. Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas.

COMENTARIO

A lo mejor querían poner a Jesús a prueba, pero resulta curioso que alguien se atreviera a preguntarle por la Ley de Dios. Y es que de sobre sabía cuál era el primer Mandamiento. Lo que pasa es que muchos de los que eso le preguntaban no tenían muy buenas ideas al respecto.

Cuando Jesucristo les habla del Mandamiento primero y del segundo (que resume muchos de los diez normas divinas) les quiere decir que, en efecto, primero hay que amar a Dios. Y eso tenía consecuencias que, muchas veces, no eran tenidas en cuenta.

En alguna que otra parte del Nuevo Testamento se dice que hay quien hablaba de Cristo como de alguien que enseñaba “con autoridad”. Y tal era su autoridad que, como nos dicen aquí mismo, nadie quería hacerle más preguntas… no sucediera que les dijera algo que no querían escuchar.


JESÚS, ayúdanos a cumplir la Ley de Dios como Dios quiere que la cumplamos.



Eleuterio Fernández Guzmán

No hay comentarios:

Publicar un comentario