7 de mayo de 2016

Pedir en nombre de Cristo

Sábado VI de Pascua

Jn 16, 23-28

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ‘En verdad, en verdad os digo: lo que pidáis al Padre os lo dará en mi nombre. Hasta ahora nada le habéis pedido en mi nombre. Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea colmado. Os he dicho todo esto en parábolas. Se acerca la hora en que ya no os hablaré en parábolas, sino que con toda claridad os hablaré acerca del Padre. Aquel día pediréis en mi nombre y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque me queréis a mí y creéis que salí de Dios. Salí del Padre y he venido al mundo. Ahora dejo otra vez el mundo y voy al Padre’”.

COMENTARIO

Lo que Jesús les dice a los que le escucha en esta ocasión es muy importante. Y es que el ser humano creyente tiene la tendencia, natural por serlo, de dirigirse a Dios para pedirle aunque, también, para agradecerle. Pero lo que más abunda es la petición por sí mismo o para el prójimo.

Jesús, ante esto, nos hace ver que Dios escucha atentamente lo que le pedimos pero que lo escuchará mejor si pedimos en nombre de su Hijo Jesucristo. Entonces, el Creador tendrá un corazón muy abierto ante nuestros ruegos.

El Hijo de Dios les dice que va a volver al Padre. Y es que había salido del Padre y, tras su muerte, volvería allí de donde había salido. Entonces, a partir de tal momento, escuchar a Cristo será la forma de escuchar a sus hermanos los hombres.


JESÚS, ayúdanos a saber pedir a Dios mediando tu intercesión.



Eleuterio Fernández Guzmán

6 de mayo de 2016

Alegrarse con Cristo y en Cristo


Viernes VI de Pascua

Jn16, 20-23a

En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: ‘En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará. Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo. La mujer, cuando va a dar a luz, está triste, porque le ha llegado su hora; pero cuando ha dado a luz al niño, ya no se acuerda del aprieto por el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo. También vosotros estáis tristes ahora, pero volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y vuestra alegría nadie os la podrá quitar. Aquel día no me preguntaréis nada’”.

COMENTARIO

Jesús sabe que cuando muera sus discípulos, sobre todo los más allegados, lo pasarán muy mal y que llorarán. Llorarán porque habrán perdido a su Maestro y a un amigo. Y procura consolarlos antes de que llegue tal momento aunque ahora no acaben de entender lo que les dice.

Sin embargo, habrá quien esté alegre de que desaparezca quien tanto “daño” les había hecho con sus palabras y con sus hechos. Y es que el mundo, llevado por la carne y Satanás, creería que habría salido vencedor de aquella batalla espiritual.

Las cosas, sin embargo, no quedarán así. Jesús ha de volver, y se lo dice a los que entonces le escuchan. Y cuando vuelva nada podrá quitar del corazón de aquellos que le hayan seguido. Ni siquiera el mundo podrá, entonces, quitarles el gozo de ver a su Señor vivo y ya para siempre.


JESÚS, ayúdanos a gozar en la espera de tu segunda venida al mundo.



Eleuterio Fernández Guzmán

5 de mayo de 2016

El gozo de la salvación eterna

Jueves VI de Pascua

Jn 16,16-20

En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: ‘Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver’. Entonces algunos de sus discípulos comentaron entre sí: ‘¿Qué es eso que nos dice: ‘Dentro de poco ya no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver’ y ‘Me voy al Padre’?’. Y decían: ‘¿Qué es ese ‘poco’? No sabemos lo que quiere decir’. Se dio cuenta Jesús de que querían preguntarle y les dijo: ‘¿Andáis preguntándoos acerca de lo que he dicho: ‘Dentro de poco no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver?’. En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará. Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo’”.

COMENTARIO

Jesús tenía que instruir a sus discípulos más allegados acerca de lo que iba a pasar, de lo que le iba a pasar a él. Seguramente ellos no entenderían mucho porque, además, su corazón no estaba preparado para perder al Maestro de una forma tan trágica.

En realidad, Jesús les estaba hablando de su muerte: pronto iba a morir pero más pronto aún volvería a estar con ellos. Pero aquellos hombres, que tan cerca habían estado del Hijo de Dios, no entendían o, mejor, no les convenía entender.

De todas formas, una promesa estaba en el ambiente. Y es que cuando muriera el mundo, Satanás, estarían muy contentos porque habían podido conseguir una muerte como aquella. Sin embargo, tras la resurrección, ellos estarían más que felices y el Mal derrotado.


JESÚS,  ayúdanos a tener muy en cuenta en nuestra vida tu regreso al mundo para juzgar a vivos y a muertos.



Eleuterio Fernández Guzmán

4 de mayo de 2016

El Espíritu de Verdad


Miércoles VI de Pascua

Jn 16,12-15

En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: ‘Mucho tengo todavía que deciros, pero ahora no podéis con ello. Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir. Él me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros’”.

COMENTARIO

Como es bien sabido, Jesús había hecho mucho por sus discípulos. Lo había hecho más, digamos, por aquellos que estaban más cerca de Él. Y lo había hecho porque sabía que debían estar instruidos. Y ahora les habla del Espíritu Santo.

El Paráclito iba a ser enviado cuando fuera el momento oportuno. El caso es que el mismo, por ser la Tercera Persona de la Santísima Trinidad no irá, por decirlo así, por libre sino que habría de anunciar lo que está en el corazón de Dios Padre.

El Defensor que iba a enviar Jesús cuando subiera junto al Padre iba  recibir de lo propio del Todopoderoso. Como decimos eso ha de ser así porque forma parte de Dios Padre. Por eso lo que diría lo diría como si lo dijera el mismo Creador.


JESÚS, ayúdanos a confiar en las mociones del Espíritu Santo



Eleuterio Fernández Guzmán

3 de mayo de 2016

Camino hacia la Verdad y la Vida… eterna



Jn 14,6-14

En aquel tiempo, Jesús dijo a Tomás: ‘Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto’. Le dice Felipe: ‘Señor, muéstranos al Padre y nos basta. Le dice Jesús: ‘¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: ‘Muéstranos al Padre’? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, creedlo por las obras. En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré’”.

COMENTARIO

Jesús dice algo muy importante que determina razones muy poderosas para seguirlo: es el Camino, es la Verdad y es la Vida. Cada una de ellas es tan importante que se puede tener por no puesta y es crucial para llevar una vida acorde con nuestra fe de discípulos.

Jesús repite lo que muchas otras veces ha dicho: es el enviado del Padre y, por eso, debe creer que lo que dice es lo que dice el Padre Dios Todopoderoso. Las obras, pues, muestran el poder del Creador.

Es más, Jesús, que quiere que sus hermanos los hombres estén atentos a lo que les dice, sabe que van a dirigirse a Dios para implorar su auxilio. Entonces, en tales casos, es muy conveniente pedir en su nombre porque Dios no deja de escuchas a los que eso hacen.

JESÚS, ayúdanos a tenerte como Camino, como Verdad y como Vida.


Eleuterio

2 de mayo de 2016

Guardar la Palabra de Dios


Domingo, 1 de mayo de 2016

Jn 14, 23-29

“Jesús le respondió: ‘Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él,  y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras.  Y la palabra que escucháis no es mía,  sino del Padre que me ha enviado. Os he dicho estas cosas estando entre vosotros. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo,          que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo  y os recordará todo lo que yo os he dicho. Os dejo la paz,  mi paz os doy;  no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde.

Habéis oído que os he dicho: ‘Me voy y volveré a vosotros.’ Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre,  porque el Padre es más grande que yo. Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.’”

COMENTARIO

Jesús, en su vida pública, dijo cosas muy tristes para aquellos que le escuchaban y que, si eran sus apóstoles, aún lo eran más. Así, por ejemplo, aquí les habla de irse, de la muerte y eso, lógicamente, los entristece.

Sin embargo, la causa de su partida debía ser gozosa para aquellos que le escuchaban. Iba a enviar al Espíritu Santo que iba a ser el Defensor del ser humano y, además, iba a mostrar a quien lo aceptara el camino hacia el definitivo Reino de Dios.

Había, sin embargo, algo que hacer y tener por bueno y mejor: había que guardar la Palabra de Cristo, que es la de Dios y, por eso mismo. Sólo así se puede acceder, por así decirlo, a estadios espirituales más altos.


JESÚS, ayúdanos a guardar tu santa Palabra


Eleuterio Fernández Guzmán

No ser del mundo


Sábado, 30 de abril de 2016
Sábado V de Pascua

Jn 15,18-21
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: ‘Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero, como no sois del mundo, porque yo al elegiros os he sacado del mundo, por eso os odia el mundo. Acordaos de la palabra que os he dicho: El siervo no es más que su señor. Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros; si han guardado mi Palabra, también la vuestra guardarán. Pero todo esto os lo harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado’”.

COMENTARIO

En este texto, Jesús dice cosas muy importantes que siempre deberían ser tenidas en cuenta. Y es que, en demasiadas ocasiones, sus hermanos los hombres creemos que sólo tenemos esta vida cuando, en realidad, sólo estamos de paso en ella.

No somos de este mundo. Eso nos dice Cristo a sabiendas de que eso va a provocar reacciones extrañas en quien eso escuche. Lo bien cierto es que nosotros somos del Cielo y, por eso, el mundo manifiesta muchas veces sus reticencias a lo que pensamos y hacemos.

Hay, por eso, un aviso del Hijo de Dios: nos han de perseguir. Y no es que quisiera que se persiguiera a quienes eran discípulos suyos sino que sabía que eso iba a pasar y sabía, también, que iban a perseguirnos porque no querían creer en Él y, así, en Dios mismo.


JESÚS, ayúdanos a creer siempre en Ti.



Eleuterio Fernández Guzmán