11 de junio de 2016

Decir sí cuando es sí

Sábado X del tiempo ordinario
Mt 5,33-37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: ‘Habéis oído también que se dijo a los antepasados: ‘No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos’. Pues yo digo que no juréis en modo alguno: ni por el Cielo, porque es el trono de Dios, ni por la Tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran rey. Ni tampoco jures por tu cabeza, porque ni a uno solo de tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro. Sea vuestro lenguaje: ‘Sí, sí’; ‘no, no’: que lo que pasa de aquí viene del Maligno’”.

COMENTARIO

En muchas ocasiones el Hijo de Dios se ve en la obligación de corregir lo que se había tenido, hasta entonces, por bueno y verdad. Por eso, como ahora por ejemplo, ha de cambiar una doctrina equivocada. Y no le duelen prendas ni se preocupa por lo que puedan pensar aquellos que le persiguen.

Ahora habla de aquello que, en demasiadas ocasiones, solemos hacer. Ponemos a Dios por testigo de nuestras maldades y de nuestros pecados. Y lo hacemos sin darnos cuenta de que tal comportamiento no es adecuado ni tiene que ver con la voluntad del Creador.

Pero hay algo que es muy importante en este texto. Y es que Jesús no quiere comportamientos tibios ni nada por el estilo que, por cierto, vienen del Maligno. Por eso, la verdad ha de prevalecer y no se puede jugar con ella.


JESÚS, ayúdanos a decir sí y no a lo mejor.



Eleuterio Fernández Guzmán

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