27 de septiembre de 2014

Temer a la Verdad

Sábado XXV del tiempo ordinario




Lc 9,43b-45

“En aquel tiempo, estando todos maravillados por todas las cosas que Jesús hacía, dijo a sus discípulos: ‘Poned en vuestros oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres’. Pero ellos no entendían lo que les decía; les estaba velado de modo que no lo comprendían y temían preguntarle acerca de este asunto”.


COMENTARIO

Dice este texto del evangelio de San Lucas que aquellos que veían a Jesús estaban maravillados de aquello que hacía. Todos aquellos estaban deslumbrados por el don de su palabra y por los hechos extraordinarios que llevaba a cabo.

Jesús, sin embargo, sabía que no toda iba a ser de color de rosa. Tendría que llegar el momento en el que su vida sería de poca importancia para muchos. Entregaría su vida y lo haría a manos de aquellos que tantos habían seguido. Tal era la verdad.

Aquellos que escuchaban lo que les decía acerca de su futuro tenían miedo. No entendían mucho de lo que les estaba diciendo y si, además, tenía que ser con su muerte… mucho menos. Temían a la verdad.






JESÚS, el miedo es algo natural en el hombre. Ayúdanos a no tenerlo cuando se refiera a Ti y a la Verdad.

Eleuterio Fernández Guzmán


26 de septiembre de 2014

Saber quién es Cristo


Viernes XXV del tiempo ordinario


Lc 9,18-22

Sucedió que mientras Jesús estaba orando a solas, se hallaban con Él los discípulos y les preguntó: ‘¿Quién dice la gente que soy yo?’. Ellos respondieron: ‘Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que un profeta de los antiguos había resucitado’. Les dijo: ‘Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?’. Pedro le contestó: ‘El Cristo de Dios’. Pero les mandó enérgicamente que no dijeran esto a nadie. Dijo: ‘El Hijo del hombre debe sufrir mucho, y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al tercer día’”.


COMENTARIO


El interés de Jesús por saber qué piensa la gente acerca de su persona no es por ignorancia. Es decir, no es que no lo sepa sino que quiere ver si sus apóstoles están al cabo de la calle de lo que pasa al respecto del Maestro.

Parece que hay bastante despiste. En realidad, nadie parece saber quién es Jesús. Y no es que Él no se haya explicado a través de su Palabra y de sus hechos sino que el pueblo es de dura cerviz.

Jesús profetiza acerca de su muerte. Les dice todo porque no quiere ocultarles nada. No pueden negar, sus más allegados discípulos, que no tuvieran conocimiento de lo que tenía que pasar. Además, tampoco deben decir que Él es el Mesías enviado por Dios porque aún no es el tiempo de que se sepa.




JESÚS, eres el Mesías, el Enviado de Dios pero muchos no se dan cuenta de eso. Ayúdanos a tenerlo siempre, siempre, presente.

Eleuterio Fernández Guzmán


25 de septiembre de 2014

Saber que Cristo es el Mesías



Jueves XXV del tiempo ordinario


Lc 9,7-9

En aquel tiempo, se enteró el tetrarca Herodes de todo lo que pasaba, y estaba perplejo; porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros, que Elías se había aparecido; y otros, que uno de los antiguos profetas había resucitado. Herodes dijo:’ Juan, le decapité yo. ¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas?’. Y buscaba verle”.


COMENTARIO

Es muy normal que el mundo se sorprenda de aquello que no entiende o que no quiere entender. El caso del mundano Herodes muestra lo que eso significa. No se entera de nada porque no cree, no tiene fe. Por eso mandó decapitar a Juan el Bautista.

Lo cierto es que hay gran desconcierto. Cuando la gente escucha a Jesús predicar no sabe, a ciencia cierta, quién es. Por eso el Hijo de Dios pregunta muchas veces, a sus apóstoles, que quién cree la gente que es.

Herodes, sin embargo, podía no estar perdido para siempre. Cuando sabe de Jesús quiere verle. Seguramente lo decía por curiosidad, por conocer de quien tanto bueno se decía. Podía, entonces, haberse convertido al conocer a Jesús de no haber sido por las circunstancias de aquel conocimiento…







JESÚS, los que no te conocen no pueden conocer a Dios. Por eso el mundo está tan perdido y alejado del Padre. Ayúdanos a tenerte siempre presente.

Eleuterio Fernández Guzmán


24 de septiembre de 2014

Caminar con Dios


  
Miércoles XXV del tiempo ordinario



Lc 9,1-6

“En aquel tiempo, convocando Jesús a los Doce, les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades; y los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar. Y les dijo: ‘No toméis nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni plata; ni tengáis dos túnicas cada uno. Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta que os marchéis de allí. En cuanto a los que no os reciban, saliendo de aquella ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos’. Saliendo, pues, recorrían los pueblos, anunciando la Buena Nueva y curando por todas partes”.


COMENTARIO

Cuando Jesús escogió a los doce que iban a ser sus apóstoles debía hacer algo más. Por eso les dona una serie de gracias propias de Dios y del poder del Todopoderoso. Por eso pueden, a partir de tal momento, curar enfermedades.

Pero Jesús les conmina a actuar de una forma muy concreta. Así, por ejemplo, no deben querer bienes materiales de forma que puedan ser dominados por ellos. Dios ha de proveer todo para aquellos que envía y eso es más que suficiente.

Aquellos escogidos salen a los caminos, van a los pueblos y hacen todo lo posible para cumplir con la misión que Jesús les había encomendado. Transmite, así, la Buena Noticia de que el Reino había llegado a la Tierra y que Dios había enviado al Mesías para procurar la salvación del mundo.






JESÚS, cuando envías a tus discípulos les das instrucciones muy válidas para un discípulo tuyo. Ayúdanos a serlo con conciencia de que lo somos.

Eleuterio Fernández Guzmán


23 de septiembre de 2014

Escuchar a Dios y actuar en consecuencia

Martes XXIV del tiempo ordinario


Lc 8,19-21


“En aquel tiempo, se presentaron la madre y los hermanos de Jesús donde Él estaba, pero no podían llegar hasta Él a causa de la gente. Le anunciaron: ‘Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte’. Pero Él les respondió: ‘Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen’".


COMENTARIO


Seguramente la Virgen María y los parientes de Jesús tenían por cierto y verdad que, con su predicación, estaba alterando el corazón de muchos poderosos y que eso nada bueno le podía traer. Por eso van a buscarlo.


Sin embargo, a pesar de los poderosos de su tiempo, había muchos que querían escuchar lo que decía aquel Maestro. Por eso a María le cuesta llegar hasta donde está, a primera fila, para llevárselo de allí.


Jesús, sin embargo, tiene más que claro que es lo que piensa. No es que desprecie a su madre, la Madre, sino que sabe que hay un vínculo con Dios que es, incluso, superior al que le une con la mujer que le trajo al mundo. Y a tal vínculo hay que escuchar.



JESÚS, los que te siguen han de saber que oyen y hacen, escuchan y llevan a su corazón. Ayúdanos a ser de los que, en verdad, oyen y hacen, escuchan y llevan al corazón.




Eleuterio Fernández Guzmán

22 de septiembre de 2014

Dios lo conoce todo de nosotros


Lunes XXV del tiempo ordinario


Lc 8,16-18


En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente: 'Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de un lecho, sino que la pone sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. Pues nada hay oculto que no quede manifiesto, y nada secreto que no venga a ser conocido y descubierto. Mirad, pues, cómo oís; porque al que tenga, se le dará; y al que no tenga, aun lo que crea tener se le quitará'”.


COMENTARIO


En muchas ocasiones Jesús de una forma que parece no sea fácil de entender. En tales ocasiones corresponde, estar a la voluntad de Dios para comprender qué es lo que el Hijo de Dios ha querido que llegue a nuestro corazón.

En esta ocasión Jesús nos pone sobre aviso acerca de la importancia que tiene para nosotros hacer lo que nos corresponde sin tratar de esconderlo a Dios. Y es que el Todopoderoso conoce hasta lo más recóndito de nuestro corazón.

Jesús nos dice algo que es muy importante y que tiene mucho que ver con la vida eterna: aquel que crea que tiene mucha fe pero lo que tiene es falsificación de la misma, se le quitará eso y a quien tenga, según algunos, poca fe pero mucha en el corazón de Dios se le dará más.





JESÚS, quieres que pongamos sobre la terraza, para que se vea, aquello que es nuestra fe. Ayúdanos a hacer lo que nos corresponde como hermanos tuyos e hijos de Dios.




Eleuterio Fernández Guzmán


21 de septiembre de 2014

Dios nos llama siempre



Domingo XXV  del tiempo ordinario


Mt 20,1-16


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: 'El Reino de los Cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: ‘Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido’. Ellos fueron.
'Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: ‘¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?’. Le respondieron: ‘Nadie nos ha contratado’. Él les dijo: ‘Id también vosotros a mi viña’
'Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz: ‘Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros’. Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: ‘Estos últimos han trabajado sólo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno’. Él replicó a uno de ellos: ‘Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?’. Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos'”.

COMENTARIO

Este texto del evangelio de San Mateo llega a una conclusión que determina, a la perfección, la voluntad de Dios al respecto de qué es lo que quiere que sus hijos llevemos a cabo en nuestra vida. Ciertamente, es un final algo enigmático pero nadie ha podido defender la especie según la cual la voluntad de Dios sea, siempre, bien entendida.

Dios nos llama a la hora que quiere. De bien temprano en nuestra vida o a medio camino hacia su definitivo Reino. Incluso, al final de una vida alejada del Creador hace un intento de acercanos a Él.

Cumplir con la voluntad de Dios se puede hacer de muchas formas. Ahora bien, una de ellas no es la que se sostiene sobre la envidia o sobre un mejoramiento en la situación personal del prójimo. Eso Dios no puede quererlo.

JESÚS, que los últimos han de ser los primeros tiene un significado grande para los últimos de este mundo. Ayúdanos a no querer de los primeros de entre los nuestros sino estar, siempre, al servicio de nuestro prójimo.




Eleuterio Fernández Guzmán