18 de abril de 2024

El Verdadero Pan

Jn 6, 44-51


"Jesús dijo a la gente: 'nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y Yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en el libro de los Profetas: “Todos serán instruidos por Dios”. Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza viene a mí.

Nadie ha visto nunca al Padre, sino el que viene de Dios: sólo Él ha visto al Padre. Les aseguro que el que cree tiene Vida eterna. Yo soy el pan de Vida.

Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron.

Pero éste es el pan que desciende del cielo, para que aquél que lo coma no muera. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que Yo daré es mi carne para la Vida del mundo.'"

COMENTARIO 

No es la primera vez que el Hijo de Dios habla de sí mismo poniéndose en lugar del Pan, así con mayúscula. Y es que es seguro que quería recalcar que teniéndolo a Él como alimento la salvación iba por buen camino.

En realidad, es cierto que nadie ha visto a Dios salvo Su Hijo. Pero no quiere decir que no se llegue a gozar de la vida eterna sino que hay que creer en Jesucristo, en que es el Enviado de Dios y el Mesías y El Salvador. 

Cristo se da en cada Eucaristía. Y es ahí donde debemos tomar conciencia de lo que ha supuesto para la humanidad creyente que se entregara a la muerte en la Cruz. 

JESÚS, gracias por entregarte de una forma tan total. 

Eleuterio Fernández Guzmán

17 de abril de 2024

Creer en Cristo es lo que nos conviene

Jn 6, 35-40


"Jesús dijo a la gente:

¡Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed. Pero ya les he dicho: ustedes me han visto y sin embargo no creen. Todo lo que me da el Padre viene a mí, y al que venga a mí Yo no lo rechazaré, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la de Aquél que me envió. La voluntad del que me ha enviado es que Yo no pierda nada de lo que Él me dio, sino que lo resucite en el último día.
Esta es la voluntad de mi Padre: que el que ve al Hijo y cree en Él, tenga Vida eterna y que Yo lo resucite en el último día.'"

COMENTARIO 

Resulta difícil encontrar un texto bíblico que contenga tanta vida espiritual como éste. Y es que el Hijo de Dios lo dice, exactamente, todo: lo que nos conviene saber y lo que debemos seguir. 

Todo aquí es importante y crucial: que Cristo es el Pan Vivo bajado del Cielo; que comer de Él supone no pasar hambre jamás y tampoco sed si creemos en Él...

La salvación eterna, ser resucitados en el último día. Tal es la misión que encomienda Dios a Su Único Hijo engendrado y no creado. Y, aunque podamos no creerlo, está en nuestras manos y corazón conseguir eso, la salvación eterna. Está en nosotros. 

JESÚS, gracias por garantizarnos la vida eterna y resucitar en el último día si creemos en Ti...

Eleuterio Fernández Guzmán

16 de abril de 2024

No se puede decir más claro

Jn 6, 30-35


"La gente preguntó a Jesús:

'¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: ‘Les dio de comer el pan bajado del cielo’.

Jesús respondió:

'Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo”.

Ellos le dijeron: 'Señor, danos siempre de ese pan'
.
Jesús les respondió: 'Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed'."

COMENTARIO 

Es conocido que en la primera venida del Hijo de Dios al mundo había quien quería señales que mostrasen o, mejor, que demostrasen, lo que se decía con palabras. Y en este caso no iba a ser menos. 

Le pide a Jesucristo acerca de las obras que hace porque ellos saben que sus antepasados fueron agraciados con el pan de Cielo. Sin embargo, aún no comprendían que había sido Dios quien se lo había proporcionado...

Ellos quieren del pan que quita el hambre para siempre. Y el Hijo de Dios se lo dice con meridiana claridad: es Él el Pan bajado del Cielo y se debe acudir a Él para no volver a pasar hambre. Y es seguro que aquello era un anticipo de la Eucaristía...


JESÚS, gracias por haber anticipado con tus palabras la necesidad de "comer tu cuerpo"...

Eleuterio Fernández Guzmán

14 de abril de 2024

Todo se cumplió a la perfección

Lc 24, 35-48


“35 Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan.36  Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dijo: ‘La paz con vosotros.’ 37 Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. 38 Pero él les dijo: ‘¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? 39  Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como véis que yo tengo.’ 40 Y, diciendo esto, los mostró las manos y los pies. 41 Como ellos no acabasen de creerlo a causa de la alegría y estuviesen asombrados, les dijo: ‘¿Tenéis aquí algo de  comer?’ 42  Ellos le ofrecieron parte de un pez asado. 43 Lo tomó y comió delante de ellos. 44  Después les dijo: ‘Estas son aquellas palabras mías que os hablé cuando todavía estaba con vosotros: “Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí."‘ 45  Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras, 46  y les dijo: ‘Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día 47  se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén.48  Vosotros sois testigos de estas cosas”. 

COMENTARIO 

Es seguro que los Apóstoles tenían miedo pues conocían las costumbres de los suyos y si habían matado a su Maestro... ¿Qué no podían hacer con ellos?

De todas formas, aún se asustan más cuando aparece el Hijo de Dios entre ellos. Y es que si lo habían visto morir (los que allí estuvieron, claro, que sólo fue Juan) que ahora estuviera entre ellos era manifestación de que se estaba cumpliendo lo que les había dicho más de una vez. 

En efecto, Jesucristo pone sobre la mesas toda las cartas: se debía cumplir lo que estaba escrito acerca de su muerte. Pero, además, era necesario que se predicara acerca de eso...

JESÚS, gracias por explicar la realidad de la Verdad a tus Apóstoles.

Eleuterio Fernández Guzmán

13 de abril de 2024

No tengamos miedo a Cristo

 Jn 6, 16-21


"Al atardecer de ese mismo día, en que Jesús había multiplicado los panes, los discípulos bajaron a la orilla del mar y se embarcaron, para dirigirse a Cafarnaúm, que está en la otra orilla. Ya era de noche y Jesús aún no se había reunido con ellos. El mar estaba agitado, porque soplaba un fuerte viento.
Cuando habían remado unos cinco kilómetros, vieron a Jesús acercarse a la barca caminando sobre el agua, y tuvieron miedo. Él les dijo: “Soy Yo, no teman”.
Ellos quisieron subirlo a la barca, pero ésta tocó tierra enseguida en el lugar adonde iban."

COMENTARIO

Es síntoma de no haber comprendido del todo que aquel Maestro que les estaba enseñando era el mismo Dios hecho hombre no entender lo que entonces estaba pasando.

Que Cristo ante sobre las aguas, ahora mismo que comprendemos Quién era, no nos extraña nada de nada. Sin embargo, ya podemos imaginar que los Apóstoles tuvieran miedo porque ¿Quién no lo tendría de no saber...?

El Hijo de Dios les dice que no tenga miedo porque sabe muy bien que lo tienen pero confía en que ellos van a entender, aunque sea con el tiempo, su naturaleza más que divina...


JESÚS,  gracias por tranquilizar el alma de tus Apóstoles.

Eleuterio Fernández Guzmán

12 de abril de 2024

Multiplicando la Misericordia

Jn 6, 1-15


"Jesús atravesó el mar de Galilea, llamado Tiberíades. Lo seguía una gran multitud, al ver los signos que hacía sanando a los enfermos. Jesús subió a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Se acercaba la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar los ojos, Jesús vio que una gran multitud acudía a Él y dijo a Felipe: '¿Dónde compraremos pan para darles de comer?' Él decía esto para ponerlo a prueba, porque sabía bien lo que iba a hacer.

Felipe le respondió: 'Doscientos denarios no bastarían para que cada uno pudiera comer un pedazo de pan'.
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: 'Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿Qué es esto para tanta gente?'

Jesús le respondió: 'Háganlos sentar'.

Había mucho pasto en ese lugar. Todos se sentaron y eran uno cinco mil hombres. Jesús tomó los panes, dio gracias y los distribuyó a los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, dándoles todo lo que quisieron. Cuando todos quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: 'Recojan los pedazos que sobran, para que no se pierda nada”. Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes de cebada.
Al ver el signo que Jesús acababa de hacer, la gente decía: 'Éste es, verdaderamente, el Profeta que debe venir al mundo'.

Jesús, sabiendo que querían apoderarse de Él para hacerlo rey, se retiró otra vez solo a la montaña.'"

COMENTARIO

El episodio de la multiplicación de los panes y los peces hace decir a algunos que no se trataba de un milagro sino de un simple ejemplo "solidario" que hizo que todos los presentes repartieran de lo que llevaban. Sin embargo, bien sabemos que eso no fue así sino que el Hijo de Dios multiplicó unos panes y unos peces porque sabía que era necesario hacerlo y, sobre todo, porque podía hacerlo. 

De lo que multiplicó aún sobró. Y sobró porque el Amor de Dios por sus criaturas es infinito y, además, no quiere que sobre nada...


JESÚS, gracias por ser bueno y misericordioso. 

Eleuterio Fernández Guzmán

11 de abril de 2024

De la Tierra y el Cielo

Jn 3, 31-36

"El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra pertenece a la tierra y habla de la tierra.

El que vino del cielo está por encima de todo. Él da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie recibe su testimonio.

El que recibe su testimonio certifica que Dios es veraz. El que Dios envió dice las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin medida. El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en sus manos.

El que cree en el Hijo tiene Vida eterna. El que se niega a creer en el Hijo no verá la Vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él."

COMENTARIO

Las últimas palabras dichas aquí por el Hijo de Dios resumen muy bien las que ha pronunciado antes. Y es que son el resultado de ser, por nuestra parte, una cosa o la otra. 

Sólo Jesucristo conoce al Padre de una forma, digamos, directa. Y sólo Él es capaz de transmitirnos lo que ha escuchado del Todopoderoso. Nadie más. 

¿Quién se salvará? Pues se salvará quien crea que Cristo es el Enviado de Dios y lo crea de verdad porque sólo así demostrará que cree en Dios. Y nada más. 


JESÚS,  gracias por poner sobre la mesa la Verdad de una forma tan clara. 

Eleuterio Fernández Guzmán